He sido testigo o, lo que es lo mismo, víctima de tantas situaciones deshonestas y abusivas de desenfreno jacto, que ya he perdido toda esperanza de entender la vida.

Llega un momento en nuestra vida en que alcanzamos eso a lo que llamamos razón. Generalmente, en cuanto creemos haber alcanzado este concepto tan oculto, el de la razón, nos planteamos inevitables temas que participan de la idea de muerte, existencia o el tan misterioso y a la vez necesario Dios.

Dejando a un lado la angosta retórica y cumplida introducción molesta, diré, esta vez directamente, que no entiendo nada. Que soy un ignaro que ni tan sólo entiende el concepto de ignorancia. Supongo que tanto ateos como creyentes, pues el agnosticismo atiende al ateísmo irreconocido, llegamos a una misma conclusión: La mente humana es un universo complicado pero, hoy por hoy, la humanidad no alcanzará el cien por cien de su capacidad. El dos por ciento es más que suficiente para comer, dormir, follar y mentirnos a nosotros mismos.

Es una pena, otra vez para creyentes y ateos conscientes de la situación vigente, que el sistema esté establecido así. No únicamente son una lástima los agentes externos así como el complot en las elecciones de Al Gore frente al indeseable más conocido del mundo o las ya tan comunes guerras. El problema comienza simplemente conectando la caja tonta. Será indiferente el hambre en el mundo o las familias que hayan separado los atentados ya que, no hay problema, lloraremos unos días y después podremos disfrutar de ridículos programas bañados en rosa que contaminarán nuestros ojos mostrando a parejas que discuten; veremos a gente que afirma sin fundamento; podremos asombrarnos con el peinado de la o el cantante de moda o con los pechos plastificados y músculos de quienes no conocemos. Así que no debemos preocuparnos, todo está bien.

Mañana volveré a la universidad y aprenderé a comer apuntes para después vomitar lo que no he aprendido en una hoja en blanco, el terrorífico e inservible examen.

Gracias por dejarme expresar estas palabras que no existen pues, para existir, deberían ser absolutas, eternas... pero eso es otro tema. Gracias.