16 de marzo de 2005
Nocturnidad paralela por Exequias

Un día a la semana, siempre fijo, sin que exista punto de inflexión alguno en mi conducta, me acerco al oscuro mundo que respira y se agita bajo los puentes, allí, sin ni siquiera pararme mucho a pensar, escojo a alguna noctámbula, pero siempre utilizando el mismo método, la primera que observe que muestra sus dedos de los pies, es la elegida, fetichismo. Siempre pago por adelantado. Andamos en silencio bajo la noche adornada por pequeñas briznas de lluvia artificial, pasando por la eterna y gigante noria plagada de luces anaranjadas, las cuales se difuminan en su constante movimiento rotatorio, como un fuego inolvidable.
Tras llegar a mi apartamento y cerrar silenciosamente la puerta, me desnudo. Analizo una y otra vez la primera impresión de ella al contemplar ante si, mi cuerpo corrompido y pestilente. No sería la primera que saliera huyendo, intentando dejar atrás nerviosamente y lo más lejos posible, mi monstruosidad putrefacta.
Esta no lo hará. Solo arruga inapreciablemente su nariz y comienza a acercarse a mi sexo con su boca entreabierta, oscilando como el péndulo de Focault, realizando su arcaico trabajo y conteniendo el vómito. Yo tan solo me limito a mirar la pared y a recordar la boca que hace ya tantos eones probé, la que me cautivó, la cual, seguramente, ya será un vulgar maxilar erosionado, bajo toneladas de tierra.

Alexis Salas. Diario de las fraguas de mi infierno. Anexo C.

MALABARRACA now:

COLECTIVO MALABARRACA 2010