-Joder!, pero con esta carta que puede hacerse?- gritó el de melena rubia y granos en la cara.
-Es un contrahechizo- respondió el moreno de mandíbula enjuta mientras zarandeaba a su amigo -es que hacía mucho tiempo que no jugabas, ahora las reglas han cambiado-
-¿Que han cambiado las reglas?, a mi eso nadie me lo ha dicho antes de empezar a jugar- el de melena rubia gritaba más enfurecido, en su mano aferraba la carta mágica y la mostraba al resto de jugadores.
Yo inmersa en mi cafe e intentado untar de mantequilla mi media tostada, comencé a inquietarme por los gritos de aquellos tres jugadores de rol.
La carta mágica voló hacia mi taza, afortunadamente el moreno de mandibula enjuta formuló el contrahechizo, la carta paso de largo por encima del café y se estrelló contra la ventana.
Me sonrieron.
Pasaba por encima de los valles flameantes y cruzando a lomos de mi caballo las ciénagas de las tierras de Kurfú, advertí que otro café se había terminado. Un nuevo juego de rol acababa de dar comienzo.