11 de septiembre de 2004
Impresionando por hacenfrios

Apunté bien alto. Tenía la intención de poner en órbita aquella piedra. Tomé algo de carrerilla, como esperando que el lanzamiento en vertical cogiera mucho más impulso corriendo cuatro pasos. Lancé con todas mis fuerzas. Me hice un daño tremendo en el brazo, pero fue un lanzamiento perfecto. Cuando la vi, ya no parecía una piedra, sino un grano de arroz que se alejaba y se alejaba. Salió casi exactamente en ángulo de noventa grados. El Sol me cegó y ya no pude verla. Miré a la chica que se esforzaba en no perder de vista la piedra. Pero era inútil. El Sol hacia daño y tuvo que apartar la mirada.
Le sonreí. Sabía que la había impresionado. Me acerqué a ella pavoneando. Me pareció completamente convencida. Era mía. Sabía que desde ese momento sería mía. Sólo tenía que ir y besarla. Era como en las pelis, todo a cámara lenta, con pestañeos largos y sonrisas eternas. La iba a besar, y como ese lanzamiento, éste iba a ser el mejor beso que iban a darle nunca.
Ella volvió a mirar hacia arriba. Me hizo mirar a mí también. Dirigí mi mirada hacia las nubes. No me dio tiempo a ningún tipo de reacción. Vi como esa maldita piedra caía con una velocidad terrible. Y de pronto lo oí.Un ruido seco. Un golpe escalofriante. Como si se partiera una nuez de 10 kilos.
La miré y vi como se desplomaba precipitándose en el suelo.
Quedé congelado.
Mis músculos quedaron paralizados pero temblorosos.
Me quedé inmóvil.
Sin razón.
Pero las imágenes pasaban a mi cerebro como lijándolo y marcándolo.

Ella tumbada en el suelo. Espasmódica. Con la cabeza hundida. Sangrando como
nunca creí que alguien pudiera sangrar.

MALABARRACA now:

COLECTIVO MALABARRACA 2010