Me levanté deprisa, tanto que mientras me ponía las zapatillas sentí una ligera sensación de mareo, sin las gafas y a tientas por el pasillo corrí hacia la puerta, ¿Quién sería? ¿Podría ser él? ¿Habrá venido a rescatarme y me está esperando abajo en el portal con cuatro millones de rosas? Noooooooooo,…seguro que es mi madre que viene a preguntarme que si voy hoy a comer a casa. Bueno aunque ahora que caigo será Dani, he quedado con él para acabar mi corto¸ pero….¿no es un poco pronto?,…..Hago un recorrido mental pensando en quién se habrá atrevido a despertarme un domingo por la mañana.

-¿Quiéeen?-No hubo respuesta. ¿Quién es?- Silencio absoluto.

De repente Pancho, mi gato, me despierta al remolonear por mi almohada. Claro, mientras corría por el pasillo no caí en la posibilidad de que estuviese soñando.