12 de octubre de 2004
Ahh... Una cosa... por Zymon Bearch

Al entrar dejo la gabardina sobre la cama y quitándose los zapatos con las puntas de los pies suspiró como lo hacen las hembras en celo. Había perdido el sostén en una pelea con los vecinos y no era momento de culpar a nadie. Cinco segundos después se dirigió hacia el teléfono y marcó rápidamente un número tan extenso que casi empezaba a acostumbrarse a aquella melodía polifónica.

- ¿Si? ¿Es eso Crónicas Marcianas? Lo digo porque me gustaría hablar con Xavi. No, no tenía cita pero... no, no le pregunte si van a ser solo unos instantes. Ah... una cosa... ¿Pueden enviarme lo del anuncio? Que no quedan... ya... bueno, pues olvídelo y no olvide lo que le dije antes. No, ya le dije que no le conozco ni soy familiar suyo... Navarro... si, Navarro Gomez... bueno yo tampoco elegí los apellidos... Bonifacia... Escuche, déjelo, le llamaré otro día, que digo que le llamaré otro día.

Decidió sentarse en el salón y encender la tele. Pero había olvidado que estaba rota.

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