21 de mayo de 2004
LA MATANZA DE TEXAS (2004) por Gaspar D. Pomares

La saga centrada en el personaje de Leatherface, tal vez no ha tenido tanta fortuna como las de Viernes 13 o Halloween, pero sin duda resulta mucho más interesante. Por ejemplo, ha sido capaz de lo mejor y de lo peor: si bien el clásico de Tobe Hooper e iniciador de la saga, La matanza de Texas (1974), es una de las mejores películas de la historia del cine (no sólo por ser referente del splatter americano, sino y lo más importante, por convertirse en paradigma del horror visual), otro título posterior, como La matanza de Texas: la nueva generación (1994), resulta ser un bodrio infumable de difícil digestión (que teníamos que esperar de un filme interpretado por Renee Zellwegger).

La nueva versión, firmada por Marcus Nispel y apadrinada por Michael Bay (conocido delincuente que suele torturarnos con títulos como Dos policias rebeldes), cumple en lo elemental, crear terror, pero con una estética demasiado cuidada, quizás demasiado, quedando todo en un lindo producto de estilo, correcto, pero incapaz de decir algo más allá del ritual de imágenes y de terror.

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