7 de septiembre de 2004
LA SOMBRA DE UN SECUESTRO por Gaspar D. Pomares

"La sombra de un secuestro" es ejemplo paradigmático del único cine que Hollywood es capaz de hacer bien, un cine eminentemente narrativo y bien construido. Así que podremos buscar infinidad de cosas, pero nunca el riesgo. Por ejemplo, en este tipo de cine, la puesta en escena nunca se pone por encima del argumento, siendo fundamental que la historia siempre esté muy clara, por ello, desde un aspecto formal las extravagancias y el riesgo están prohibidos, mejor que pase inadvertida la marca del director antes que la historia. Visto lo visto, es también necesario que los personajes tengan un peso relevante (no quiero decir que un cine menos narrativo no se pueda apoyar en grandes personajes, más bien lo contrario) y ello, si los interpretes lo valen, se tiene asegurado un acierto. En el caso de "La sombra de un secuestro" los comentarios al respecto sobran, es este punto el mejor del filme.

No obstante, aunque pueda parecer que la película peque de clasicismo, su director, Pieter Jan Brugge, se saca un as de la manga y compone el filme con dos líneas de tiempo paralelas en la narración, pero distintas en el devenir de los hechos. Por un lado tenemos el duelo entre secuestrador (Willen Dafoe) y secuestrado (Robert Redford), no más de unas cuantas horas, por otro lado, la espera y angustia de la familia del secuestrado, encabezada por Helen Mirren, que duraría en términos reales, varios días. Una vuelta de tuerca al clasicismo temporal, resuelto con una eficacia muy saludable.
El único inconveniente del filme es su incapacidad para decir algo más allá del género en el que se apoya, el thriller, y al final se puede tener la sensación de que sólo se ha intentado hacer una buena película, con una estructura sólida, pero vacía en su interior.

MALABARRACA now:

COLECTIVO MALABARRACA 2010