17 de agosto de 2004
LA PROMESA por Gaspar D. Pomares

Todo en "La promesa" parece estar medido al milímetro para conseguir un thriller psicológico de factura impecable: la ambientación en una Galicia verde y con niebla, la inclinación formal por una iluminación sobreexpuesta, una música inquietante en todo momento, una historia que nunca deja las cosas claras, la introducción de temas religiosos para crear un clima enrarecido, la fijación en unos personajes bien trabajados y una dirección muy correcta, y la guinda: un mensaje de denuncia contra los malos tratos, para crear ese trasfondo que dé el oportuno calibre.

No se puede poner en duda, estamos ante una buena película, muy recomendable, pero lo cierto es que se parece demasiado a una receta de cocina: si tienes los ingredientes, los pasos a seguir y no se es demasiado torpe, una buena digestión está asegurada, pero del genio…, bueno, entre artesanos, mejor recetas, aunque no se diga nada nuevo.

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