Buenas intenciones con poso de decepción

Es bien sabido que detrás de un director hay siempre un productor. Es este hombre que protesta cuando te pasas del presupuesto, el que gruñe, etc. Pero también es cierto que hay productores y productores. Cuando uno trabaja para productores como Elías Querejeta, hombre responsable de títulos memorables del cine español, es lógico que obedezca sus cánones. Querejeta tiene mucha experiencia y sabe que es lo que funciona y que es lo que no. El tándem Querejeta-Aranoa funcionó a la perfección y el resultado fue “Los lunes al sol”, una película que se sabía que iba a ganar premios.

Pero cuando uno emprende la aventura de lanzarse a dirigir una película sin un apoyo tan básico y fundamental como una buena producción, le sale una cosa amorfa como “Princesas”. La película de Fernando León tiene carencias y deficiencias en el aspecto visual. El director se maneja mucho mejor con los diálogos que con las imágenes. Para empezar, Fernando León opta por un estilo casi documental, usando el teleobjetivo en todo momento (el 90% de la película está filmada de esta manera) y de vez en cuando recurre a unos zooms sobre sus personajes. Vale, lo hemos entendido, la cámara no se está quieta ni un momento y los personajes aparecen aislados del entorno, estamos viendo algo que supuestamente es real.

Sin embargo este uso y abuso de esta técnica hace que el espectador, lejos de implicarse, se abstraiga del todo y le traiga al pairo la historia de estas dos prostitutas. Muchas veces vemos los personajes pero somos incapaces de ubicarlos (¡Por favor un plano general o uno de situación!!!) y esto crea una gran confusión y malestar visual.

Los diálogos están muy bien escritos, pero…, suenan huecos, falsos. Lo siento, pero yo no me creo que las prostitutas de verdad hablen así. Abundan los tiempos muertos y una falta de narración. La historia no avanza y se suceden una serie de escenas algunas logradas y otras no tanto. Por más que se haya intentado dar ese aspecto real, las piezas no acaban de encajar bien. Algunos puntos a su favor como la maravillosa interpretación de Candela Peña y la insistente música de Manu Chao no logran salvar el conjunto de la quema. Todo se queda en una pieza inacabada, mal resuelta y filmada con desgana. ¿Dónde están los hallazgos visuales, los fuera de campo, las escenas bien rodadas de “Los lunes al sol”? ¡Vamos hombre, que Fernando viene de la publicidad, a estas alturas no me va a hacer creer que no sabe contar una historia!