A nuestra empobrecida cartelera llega la esperanza del cine español: la comedia. Y digo esperanza porque parece que es el único género que más gusta de nuestro cine patrio. Puede parecer increíble pero “El penalti más largo del mundo” lleva camino de convertirse en la película más taquillera de la temporada.

Aprovechando el tirón que tiene el actor Fernando Tejero y gracias al éxito obtenido con la serie “Aquí no hay quien viva” se ha creado “El penalti más largo del mundo”, construída a mayor gloria de Fernando Tejero, protagonista absoluto de esta cinta.

El basar toda la película en la comicidad de este personaje conlleva cierto riesgo. Quienes no aguanten a este actor, la película les parecerá insoportable. Por el contrario, los que adoren a este actor y se rían con sus gracias, entonces les encantará. Yo no soy ningún fan, pero tampoco lo aborrezco; es más, creo que nunca he visto un solo episodio entero de “Aquí no hay quien viva”, sin embargo me he reído y he pasado un buen rato en la butaca.

La película funciona bastante bien. Se nos presenta una serie de personajes muy pintorescos que viven en uno de los barrios periféricos de Madrid. La trama es bien sencilla: un equipo de futbol de segunda regional se juega su ascenso a 2ª división. Todo depende de un penalti que tiene que chutar el equipo contrario. El problema está cuando el portero “estrella” se lesiona y tiene que ser reemplazado por Fernando (Díaz) Tejero, un personaje que es un desastre total. El final del partido se aplaza una semana para que se pueda tirar ese penalti. En ese momento, el “paquete” se verá colmado de atenciones para que consiga parar el penalti el Domingo y ganar la liga.

Todos los actores son bastante competentes y las situaciones cómicas se suceden una detrás de otra. El problema está en que no se puede basar toda la película en la actuación de Fernando Tejero, por lo que el guionista recurre a historias paralelas que sirven para ir mostrando un fresco de auténtico costumbrismo hispánico. Nada falta aquí; el árbitro hijo de p.., el kioskero que sueña con publicar sus artículos deportivos, el marroquí de buen corazón, el guaperas del equipo, la novia del guaperas, el entrenador…etc. Todos conforman este marco de personajes con sus grandezas y sus miserias, perdedores natos y auténticos ganadores.

Parece que después de “Días de fútbol” y “El penalti más largo del mundo” el cine español ha encontrado un nuevo género: películas sobre fútbol en los barrios periféricos de una gran ciudad. Y si no, tiempo al tiempo.