14 de octubre de 2005
EL MÉTODO por Lluís M. Campos

Con el intento de igualar la obra de Wallovits y Gual (Smoking Room), llega al panorama del cine español El método. Una película película que transcurre en un único escenario, una oficina, y con unos determinados personajes; pero que, a diferencia de con Smonikng Room, los personajes no están completos, y el riesgo técnico es nulo.

Marcelo Piñeyro nos cuenta cómo unos candidatos a un cierto puesto de trabajo, deberán pasar una serie de pruebas de tal modo que al final solo quede uno de ellos. Una historia basada en los giros argumentales, que consiguen mantener al espectador atento, y que trata, durante dos horas, de describir a los personajes. Pero, aun así, ni termina con un giro inesperado, ni termina con unos personajes bien definidos.

La película transcurre en cierta habitación, desde las ventanas de la cual no se puede ver la calle, donde se esta llevando a cabo una manifestación multitudinaria contra el banco mundial. Y aquí es donde vemos el punto álgido: el plano final del film (cuando un personaje sale al “mundo real”).

No todo es negativo, es curioso ver el relato que se hace sobre el ser humano, un ser salvaje, capaz de arriesgar cualquier cosa por tal de conseguir su determinado fin. También apreciamos la relatividad del tiempo, la distinta velocidad con la que transcurren los eventos dentro y fuera de esta oficina.

En fin, la alternativa de ver El hombre del saco (Boogeyman), resultó una buena opción. Si la película hubiera contado la misma historia siguiendo el mismo ritmo (y estilo visual) de los primeros minutos, estriamos hablando de la obra “revelación” del 2005 (es una pena que no haya sido así).

MALABARRACA now:

COLECTIVO MALABARRACA 2010