26 de mayo de 2008
EL INADAPTADO (Den Brysomme mannen) por Lluís M. Campos Nacemos con la idea de que todo está descubierto, todo está explorado. Así vamos creciendo sabiendo que ya no hay nada que hacer más que aprender de otros. En la era de la sobre-información en la que vivimos, es complicado el hecho de descubrir. Las personas tratamos de hacer pequeños hallazgos, descubrimientos que luego nos permitan pensar que hemos encontrado algo que nadie antes ha hecho y, de esta manera, sentirnos únicos. Cada vez más, este fin se complica y, con eso, la recompensa también aumenta. Así pues, siempre es apasionante enfrentarse a una película sin ninguna expectativa más que disfrutar durante hora y media. Si, además, resulta ser una obra interesante, está pasión se convierte en gratitud, en una especie de pequeño descubrimiento: un pequeño tesoro personal que tratarás de compartir y mostrar a los demás. Sin saber por qué, Andreas Ramsfiell aparece en un limbo desértico, allí le espera un amable chófer que le llevará hasta su nueva ciudad: una idílica ciudad donde le espera una casa, un trabajo, una mujer.... Una vida envidiable para todo el mundo, una vida perfecta, una vida fácil. Pero algo no encaja en todo este asunto: las bebidas no tienen alcohol, no existen olores desagradables, no hay niños por las calles. Andreas desea, sueña, se enamora... esto parece molestar a los que le rodean y hace que poco a poco Andreas se siente apartado, inadaptado. Se da cuenta de que realmente vive en un infierno, un infierno en forma de ciudad. Una obra que se mueve entre el horror social y la comedia negra, con unos peculiares personajes secundarios (o anti-personajes) que tratarán de ayudar a Andreas. Un sencillo guión y una bonita fotografía es todo lo que necesita para llamar la atención del espectador. Con una puesta en escena confusa e irregular, que ayuda a crear la sensación caótica que envuelve a la ciudad. Un film pausado y frío, entrañable y acogedor, social y asfixiante, con un sin fin más de pares de adjetivos que no ayudan a hacerse una idea de la película pero sí incrementan el deseo de verla. |