10 de mayo de 2005
FRÁGIL por Daniel Vargas

El regreso del "enfant terrible" del cine español

8 años ha tardado Juanma Bajo Ulloa en volver a ponerse detrás de una cámara. Después de haber sido absorbido por su mayor éxito “Airbag”, trabajos alimenticios (video-clips) y proyectos que no llegaron a buen puerto, como su fallido intento de llevar al cine el cómic de “El Capitán Trueno”, ha vuelto para rodar una historia basada en un guión suyo.

Parece ser que el director ha tenido que luchar contra viento y marea para poder materializar su sueño. Totalmente autofinanciada y con actores desconocidos, Ulloa no ha parado de repetir en numerosas entrevistas en periódicos y en televisión, que si esta película fracasa, abandonará definitivamente el cine.

Puede que todo forme parte de una leyenda que él mismo está dispuesto a alimentar, porque todos sabemos la fama de bocazas que tiene este “enfant terrible”. Sin embargo las críticas no están siendo nada benévolas y si como se espera, la película no funciona, entonces habremos perdido una de las pocas brisas de aire fresco que necesita nuestro cine. Muchos critican la obra de una filmografía muy corta, tan sólo tres películas “Alas de mariposa”, “La madre muerta” y “Airbag”, pero “Frágil” se presenta como su película más “optimista” y “alegre” (si exceptuamos la gamberrada de Airbag).

No cabe duda que Juanma Bajo Ulloa ha mejorado y ha evolucionado a lo largo de estos años. Los primeros 10 minutos de película pasan sin que haya un solo diálogo, eso demuestra su talento a la hora de saber narrar sólo con imágenes. “Frágil” se puede entonces definir como un cuento de hadas perverso centrado en el tema de la apariencia. Pero no voy a desvelar más, porque la película se va desarrollando a medida que avanza la trama. Además “Frágil” tiene varias lecturas, una de ellas es la del cine dentro del cine. Uno de los protagonistas es una estrella de la gran pantalla, que protagoniza una película ambientada en la época medieval. Se pueden atisbar ciertos paralelismos con el propio Ulloa y ecos autobiográficos (la continua batalla contra la productora por llevar adelante su Capitán Trueno). Mención aparte a los actores, en especial Muriel que está espléndida en su papel de “patito feo” y Julio Perillán, que a ratos parece el mismísimo Eduardo Noriega.

“Frágil” es ciertamente una obra imperfecta, tiene baches, algunas secuencias son un poco largas, y el metraje es excesivo, pero es una obra muy agradable de ver (exceptuando una escena un poco escatológica) y tiene esa capacidad de hacer reflexionar al espectador que tanto falta hoy en día.

Atención al final, hay que estar muy atento y no perderse en los últimos 5 minutos porque es entonces cuando se nos desvela todo el sentido de lo que hemos estado viendo durante la proyección. También advertir que esta película se debe ir a ver con el estómago lleno, ya que de lo contrario nada más terminar la proyección uno se morirá por un paquete de magdalenas y leche. Estáis avisados.

Si realmente Juanma Bajo Ulloa deja el cine, será una lástima, porque a pesar de sus defectos, es un director que todavía tiene algo que ofrecer en el triste panorama cinematográfico.

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