12 de agosto de 2004
FAHRENHEIT 9/11 por Gaspar D. Pomares

Muy pocas, escasísimas son las voces que pongan en tela de juicio las intenciones y la capacidad crítica de Michael Moore; punto y aparte es cuando se empieza a cuestionar la forma y la manera de hacerlo, es entonces cuando la demagogia, el oportunismo y el sensacionalismo se convierten en armas de doble filo que la crítica gusta usar para desmontar los documentales del realizador estadounidense, pero desde una perspectiva estrictamente cinematográfica.

"Fahrenheit 9/11" tiene un mayor rigor, mejor dicho seriedad, que los anteriores trabajos de Moore, pero también peca de exceso de ambición y en algunos momentos se nota una especie de ametralladora visual e informativa, no obstante, la sobresaliente capacidad de Michael Moore para crear a partir de materiales que no son propios (como el momento en el que Bush recibe la noticia del atentado del 11-s y se queda paralizado), dotan a "Fahrenheit 9/11" de una capacidad cinematográfica muy potente y de una visión general de las últimas artimañas de la política estadounidense sorprendente por su capacidad reveladora. Pero retomando la idea inicial de oportunismo, demagogia y sensacionalismo, de nuevo Moore, aunque sin llegar al egocentrismo y los excesos de "Bowling for Columbine" (su anterior trabajo de mayor difusión), hace uso en algunos momentos de dudosos recursos (por ejemplo, el mantener en plano las lágrimas de una madre en pleno Capitolio destrozada por la muerte de su hijo en Iraq). Lógicamente, si se empieza a mirar la situación con lupa y escrupulosidad ética, pueden resultar recursos un tanto censurables, entre otras cosas, por controlar con descaro y efectividad la conciencia del espectador, pero también se le puede dar la vuelta a la tortilla y analizar el cine de Michael Moore desde la máxima de Maquiavelo "el fin justifica los medios", es decir, es indudable, y todavía más necesario, ofrecer lo que Moore muestra en sus películas; dados los agitados tiempos que nos tocan vivir, es necesario e imprescindible que podamos ver películas como "Fahrenheit 9/11", tremendamente necesarias por la información que aportan, por su sorprendente capacidad de dar a la luz las verdaderas intenciones de guerras injustificables, por denunciar los abusos de poder, porque este poder además intenta destruir y falsear nuestra opinión pública,…, por todo esto y mucho más, bien vale la pena que Michael Moore tenga sus excesos, si al menos con ellos se consigue un gancho y se crea como mínimo un interés por un cine que es necesario ver, porque por pronto que termine olvidándose, al menos un mínimo de concienciación se habrá podido conseguir.

MALABARRACA now:

COLECTIVO MALABARRACA 2010