9 de septiembre de 2005
CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE por Juanfra Sánchez Un Tim Burton que no encaja Que Burton tiene una estética original y un estilo propio es algo sabido por todos, de ahí que la expectación fuese muy alta por ver qué hacía con un cuento tan sugerente como el de Charlie y la fábrica de chocolate de Roald Dahl. La peli arranca magistralmente, es espectacular ver la fidelidad que el director tiene con ciertas partes del relato y como adapta otros puntos a su universo. No obstante, la maestría dura hasta la entrada a la fábrica, donde la película empieza a desplomarse: Johnny Depp no encaja en el papel (el histrionismo y el exceso no le quedan bien en este film), los oompa loompa no son apropiados (recuerdan a los clones cortados y pegados de Star Wars) y entonan canciones extravagantes y horrorosas, que no encajan con la fábula ni con Elfman ni con Burton. Hasta la fábrica de chocolate está tan llena de las sombras y oscuridades que parece menos agradable que la del libro. Después hay decisiones personales del director que contribuyen a la decepción (la más estrepitosa: el homenaje a 2001, una odisea del espacio, que realmente, uno no sabe como tomársela, ni a qué cuento viene). Resumiendo. Tim Burton no está en su mejor momento, ni Depp encaja, ni la película llega a ser buena. |