16 de febrero de 2006
BROKEBACK MOUNTAIN por Daniel Vargas

Vaqueros gayers

En la recta final hacia los Oscars, “Brokeback Mountain” se perfila como gran candidata a llevarse varios premios. Pero... ¿podrá la academia de Hollywood luchar contra todos estos grupos reaccionarios y homófobos?. ¿Se atreverán a darles un Oscar a la historia de amor imposible entre dos maricas?. Ya veremos. Si repasamos la historia, vemos que hay antecedentes, como por ejemplo “Filadelfia”, pero aquí era un homosexual que había recibido su castigo por su promiscuidad. En fin, hagan sus apuestas, señores.

¿Qué puede haber visto esta gente con prejuicios que les haya disgustado tanto como para prohibir su exhibición en varios estados? ¿Acaso no había en el lejano Oeste vaqueros gays? Calimity Jane, ¿acaso no era un poco marimacho?. Bueno, ojos que no ven…corazón que no siente.

La verdad es que no sé por qué tanto revuelo y tanto escándalo, “Brokeback Mountain” no es más que una sencilla película, bien narrada, con un estilo pausado y parsimonioso que habla de una historia de amor entre dos personas, cuyo mayor crimen ha sido enamorarse. Claro, si hubiese sido chico y chica, nadie hubiera puesto el grito en el cielo, incluso la historia estaría demasiado vista, pero como son hombres… Ahí está el problema. Y precisamente de eso habla la película, del terror, del miedo a ser diferente y de la mentalidad cerrada de cierta población norteamericana, que es incapaz de aceptar ciertas cosas que parece que hoy todavía levantan ampollas. ¿Vaqueros gayers? ¡imposible! Un vaquero tiene que ser un tío duro como el acero, justiciero imparable y pistolero desenfrenado, un John Wayne, vamos. No, eso no puede ser, a los americanos no les gusta que se ataquen sus eternos mitos. Pues nada, ya es hora de que se rasguen algunas vestiduras y se acepten las cosas tal y como son: la homosexualidad existe desde la prehistoria, desde que el hombre tuvo uso de razón. Y han existido vaqueros gays, como hubo indios gays, como policías gays, como nazis gays, como romanos gays…etc…Para la próxima película propongo una de piratas gays… ya puestos.

Dejando aparte toda esta reflexión, recomiendo “Brokeback Mountain” a gente sin prejuicios, que sabe disfrutar de una bonita pero dramática historia de amor, con unos paisajes preciosos y para aquellos más sensibles por supuesto no olvidar los pañuelos y los kleenex, porque al final, si uno tiene corazón, acaba llorando.

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