24 de octubre de 2008
ALIENTO (Soom) por Lluís M. Campos

¿Que pasaría si metemos “Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera” y “Hierro 3” en una caja grande y 'agitem suaument'? Pues obtendríamos un despropósito irreconocible.

Pero, ¿qué pasa si cogemos la metáfora de las estaciones y el escenario límbico de la cárcel, le añadimos un ritmo frío invernal, le damos toques de surrealismo y lo embadurnamos con una historia social y humana? Pues obtenemos Aliento.

Y es que no podíamos esperar otra cosa de Kim Ki-Duk, uno de los pocos directores orientales que se puede citar sin tener que mencionar sus obras. Al descubrir que su marido tiene una amante, Yeon decide visitar a un preso condenado a muerte cuyos continuos intentos de suicidio han sido noticia en la televisión. Entre ellos se crea un vínculo que los unirá por encima de la vida o la muerte.

Kim Ki-Duk siembra sutilmente los ingredientes durante el metraje para alzarse glorioso en el último trayecto, cuando se alcanza el clímax del film. Su toque se deja ver en la belleza del invierno que envuelve la historia, en la calidez del retrato social que es capaz de sintetizar y en el duro mensaje final: la vida bohemia solo tiene un límite, el que uno mismo quiera poner.

El espectador tiene que conformarse con observar desde la distancia, como ese guarda de seguridad que controla la situación desde una pantalla, desde la lejanía, desde una zona segura donde no hay cabida para los sentimientos.

Con todo, nos queda una espléndida película, que se deja disfrutar por si sola. Hay un cineasta en corea que sigue vivo y con mucho que ofrecer todavía.

MALABARRACA now:

COLECTIVO MALABARRACA 2010